BENEFICIO DE LOS ARBOLES URBANOS

BENEFICIOS ESTÉTICOS Y DE CONFORT EN LAS CIUDADES

Los árboles ayudan a estructurar visualmente la ciudad, ya que sirven para encuadrar las perspectivas. Pueden llegar a ser señales visuales y permitir una mejor orientación, al romper la continuidad o la monotonía de las edificaciones, pudiendo ser puntos de encuentro y guía.

Ejemplo de mejora estética en una calle debida a la presencia de arboles (encinas)

Los arboles en la ciudad nos ayudan a experimentar conexiones con nuestro patrimonio natural y con nuestros profundos valores espirituales y culturales. Su presencia produce una sensación de tranquilidad, disminuye el estrés de las ciudades

Crean un espacio más confortable, para el peatón, estando por ello la gente más interesada en trasladarse, a pie al ser las calles más agradables.

La transpiración del árbol afecta a la temperatura, humedad relativa, absorción de la radiación, almacenaje de calor, superficie de albedo, velocidad del viento y a la turbulencia. Aunque los árboles normalmente contribuyen a enfriar en verano la temperatura del aire. La reducción de las temperaturas a 1.5 m sobre el suelo son 1-2 ºC más frías en zonas de sombra.  Además, la reducción de la temperatura por parte del árbol puede mejorar la calidad del aire, también de forma indirecta  ya que la emisión de muchos contaminantes químicos depende de la temperatura, reduciendo la formación de ozono. Las ciudades tienen una temperatura media 5-9 grados mayor que sus alrededores. La evaporación de un árbol individual puede producir el efecto refrigerante similar al de 10 habitaciones equipadas con aire acondicionado funcionando 20 horas al día.

El arbolado es, además, un indicador estacional, al mostrar sus diferentes aspectos en cada época del año. La gente de las ciudades normalmente está rodeada de un ambiente estático, siendo los árboles los que ofrecen aspectos como el color, el olor, el sonido, todos ellos cambiantes según las estaciones, induciendo al ciudadano a recordar los diferentes ciclos naturales.

Los árboles son de gran ayuda en la disminución de las molestias sonoras, de tal modo que una simple hilera de árboles tiene ya un efecto sensible